Algunas personas idealizaron la cuarentena, otras comenzaron a vivir un infierno llamado violencia familiar.
Entrevistamos a dos expertos en la materia quienes nos platicaron sobre esta preocupante situación y cómo enfrentarla.
Desde que la Organización Mundial de la Salud anunció la pandemia el pasado 11 de marzo, la situación mundial se transformó.
Las personas se vieron obligadas a permanecer en casa para evitar una mayor tasa de contagios y ello implicó un cambio total en la dinámica de todas las personas: algunas tuvieron que dejar de trabajar y otros comenzaron a trabajar desde casa.
Las familias comenzaron a convivir 24/7 dentro de sus casas para evitar una inminente saturación hospitalaria y poder dar atención a todos los contagiados por Covid-19.
Las reacciones no se hicieron esperar
Algunos idealizaron la cuarentena como un periodo perfecto para poder aprender un idioma, practicar yoga, perfeccionar sus videos en Tik Tok o simplemente crear en casa el tan famoso café dalgona.
Pero para otras personas, como las mujeres que desde tiempo atrás sufrían violencia por parte de sus parejas, el infierno en el que ya vivían se intensificó.
De acuerdo con reportes del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), durante marzo, un promedio de 155 mujeres fueron violentadas por hora. En este mismo periodo, las autoridades recibieron alrededor de 115,614 llamadas de emergencia por situaciones como violencia familiar, violación, violencia de pareja o acoso sexual.
De igual forma, se registraron 545 llamadas por abuso sexual, 41 por ciento más de las 387 que se hicieron en enero. Con respecto al acoso sexual, recibieron 1,017 llamadas, el número más alto en cinco años.
Por violencia de pareja, se registraron 22,628 llamadas. La violencia familiar también aumentó en la cuarentena, pues tan sólo en enero se recibieron 52,498 llamadas; 52,858, en febrero y en marzo llegaron a la ominosa cantidad de 64,858.
¿Qué es lo que ha hecho que la violencia aumente en este tiempo?
Conversamos con Antoine Raynaud, psicólogo y maestro en Intervención en violencia, quien trabaja en la subdirección de Salud Mental de la Secretaría de Salud de Yucatán en el programa de Reeducación para víctimas y agresores de violencia de pareja como facilitador de grupos reflexivos y reeducativos para hombres que ejercen o han ejercido violencia hacia su pareja.
Antoine nos dijo:
Actualmente vivimos una situación atípica y de mucha ansiedad para hombres y mujeres. Lamentablemente y mayoritariamente a los hombres se nos enseñó a expresar nuestras emociones a través del enojo. Muchos se encuentran desempleados o trabajando en casa; su modo de vida se ha visto alterado.
Ante ello, el hombre toma como pretexto esta situación y expresa su enojo a través de actos violentos sin una consciencia sobre el manejo del estrés.
Bajo los preceptos de la masculinidad tradicional, él es quien debe ser el proveedor y ante la inminente falta de trabajo esta situación se ve alterada. Él deja de ser quien proporcione el sustento familiar; en pocas palabras, sienten que pierden el control.
Prácticamente si no lo hacemos, fallamos como hombres.
Aunado a ello, el trabajo en equipo en las labores domésticas aumenta. Sin embargo, ellos consideran que eso no es su responsabilidad, pues jamás se les enseñó a cooperar en el hogar. Por el contrario, ven como una confrontación involucrarse en las tareas del hogar.
¿Dónde acudir cuando hay violencia familiar?
Existen diferentes métodos para denunciar la violencia doméstica. En México, las mujeres pueden llamar al 9-1-1.
En algunos estados como Baja California, Coahuila, Colima, Guanajuato, Quintana Roo, San Luis Potosí, Yucatán se encuentra habilitado el número 075, Línea Mujer, para dar atención a las mujeres.
El número de denuncia anónima 089, en los estados de Baja California, Baja California Sur, Ciudad de México, Coahuila, Colima, Durango, Estado de México, Estado de México, Guanajuato, Puebla y Yucatán.
En estos números se pueden hacer denuncias, brindan asesoría psicológica y jurídica y en el caso del 9-1-1 se puede pedir primeros auxilios.
Psst, psst ¿Cómo dejar una relación violenta?
De igual forma, organizaciones civiles como la Colectiva Feministas Brujas del Mar y la Colectiva Línea Violeta brindan apoyo psicológico a través de Whatsapp.
Para conocer los horarios de atención y los números a los que se puede contactar se puede consultar a través de sus redes en Twitter: @brujasdelmar y @apoyovioleta, donde ellas te responderán con un listado que contiene la información.
En APIS Sureste: Fundación para la Equidad A.C. en el teléfono: (999) 9884048 brindan a nivel nacional atención psicológica, legal y atención en crisis para mujeres, adolescentes, niños y niñas en situación de violencia.
¿Qué hacer ante una situación de violencia?
Annel del Carmen Hu May, psicóloga y maestra en Intervención en Violencia por el Cessex, quien actualmente labora en APIS Sureste: Fundación para la Equidad A.C. como responsable del área de Redes y seguimiento y del área de Psicología Infantil, nos comentó sobre la atención que brindan a mujeres en situación de violencia:
Realizar una llamada de este tipo no siempre es sencillo para las mujeres que viven violencia en casa. Muchas de ellas hablan en código para evitar que el agresor sepa que están denunciando o que pretenden salir de la casa.
Annel nos dijo que al recibir llamadas de mujeres que se encuentran en una crisis:
Planteamos seguir un plan de seguridad, por ejemplo, salir cuando el agresor se encuentra fuera del hogar. Les recomendamos llevar una muda de ropa, los documentos de identidad, tanto de ellas como de sus hijos, como actas de nacimiento, cartillas de seguridad social y, posteriormente, se ejecuta un plan de acción, el cual en todo momento se lleva de manera cuidadosa y, en la medida de lo posible, monitoreamos que se lleve a cabo sin ningún riesgo.
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En algunas ocasiones, las mujeres pueden acudir a casa de un familiar y se evalúa si son candidatas a refugio.
Una vez fuera, se comienza el proceso legal, se adquieren medidas de protección emergentes y se les asesora sobre lo que se debe hacer legalmente para que el agresor no pueda acercarse.
¿Cómo frenar la violencia?
Tanto Annel como Antoine nos dijeron que es todo un proceso.
Antoine nos dijo que hay que desligar la figura masculina con la agresividad: 'Los hombres no somos violentos ni machistas por naturaleza. Nos tenemos que hacer responsables de nuestras propias acciones. La violencia es aprendida, es una decisión'.
De igual forma, Annel nos dijo que es importante aprender a reconocer la violencia: 'No siempre son golpes, hay violencias que no dejan huellas físicas, pero sí dejan marca emocionalmente y son los tipos de violencia familiar que muchas veces se minimiza, se normaliza o se invisibiliza como la violencia psicológica, económica, patrimonial y sexual'.
También nos dijo un punto clave para tomar en cuenta: 'En las relaciones de pareja un foco rojo de atención es el sentimiento de miedo. El miedo activa un sensor de supervivencia. Si lo que vives no te gusta ni te hace sentir bien, busca ayuda, no permanezcas en una relación donde la mayor parte del tiempo te sientes triste, humillada, controlada, vigilada o con miedo a que atente contra tu vida. Recuerda que nadie inicia una relación con el objetivo de sentirse maltratada. Es importante reeducarnos para conocer cómo es una relación sana de pareja'.